lunes, junio 12, 2006

Nutricion Practica Para Pacientes Con Cancer

Nutrición Práctica Para Pacientes Con Cáncer

Paul Chek
Todos nosotros tenemos cáncer en nuestros cuerpos. ¿Pero porqué no morimos todos de cáncer? ¿Porqué a pesar de que la tecnología médica ha avanzado hay más personas muriendo de cáncer hoy día? ¿Porqué es que los atletas, quienes hacen ejercicio todos los días y viven a punta de comidas de “alto rendimiento’ están muriendo de cáncer?
A pesar de que el gobierno Estado Unidense ha invertido billones de dólares en la investigación para el cáncer, los enfermos de este mal son cada día más. Es más, la incidencia de cáncer se ha disparado en un 44% desde 1950. A este paso, el cáncer pronto será la principal causa de muerte en los Estados Unidos (1), superando las enfermedades cardíacas. Actualmente uno de cada tres Norte Americanos padecerá de cáncer a lo largo de su vida y uno de cada cuatro morirá de este mal. Se estima que para el año 2010 uno de cada dos personas tendrá cáncer.
Cuando uno considera que en la actualidad se han generado más avances en el área de la medicina, la nutrición y en general en todas las ramas dedicadas al cuidado de la salud y que hay más doctores per capita que nunca antes en la historia, rápidamente nos es obvio que algo anda mal con nuestro enfoque actual! ¿Será que tratar el cáncer y buscar una cura a través de estudios no es la solución?
Para alcanzar la salud debemos estudiar a las personas saludables!
Es un hecho que todos tenemos células cancerígenas en nuestros cuerpos en un momento u otro en nuestras vidas (2), sin embargo, no todos desarrollamos cáncer maligno. Es también bien entendido que antes de la aparición de las comidas procesadas, el cáncer se manifestaba muy raramente. A pesar de esto, la investigación moderna para el cáncer sen enfoca en estudiar la enfermedad con la ilusión de encontrar una cura o un tratamiento. Pero si miramos las estadísticas que muestran un incremento en la incidencia de cáncer, podría decirse que luego de 50 años de buscar una cura las investigaciones han fracasado miserablemente.


Figure 2
En mi experiencia clínica, he encontrado que si quieres aprender de salud, debes estudiar a quienes son saludables! El concepto de estudiar a aquellos que gozan de la buena salud no es nuevo. En 1936, un respetado dentista, investigador y experto en el tema de la nutrición humana, el Dr. Weston A. Price, viajó por el mundo estudiando las poblaciones indígenas y correlacionando sus hábitos alimenticios con la incidencia en cáncer y otras enfermedades degenerativas y las caries (3). Price encontró una y otra vez que en las tribus o culturas que consumían dietas integrales (naturales, no procesadas), las caries y las enfermedades degenerativas eran casi desconocidas. (figura 1)
Price, también encontró que las enfermedades como el cáncer eran casi desconocidas en muchas culturas. Mire estas fotos en las figuras 1 & 2 y pregúntese ¿cuáles de estas fotos muestran las personas que fueron expuestas a las comidas del hombre blanco en lugar de a su dieta nativa?
Las investigaciones del Dr. Price son consistentes con los hallazgos realizados por el famoso médico Dr. Francis Marrion Pottenger, quien escribió el libro “Los Gatos de Pottenger” (4). En sus estudios exhaustivos, Pottenger, claramente demostró que al exponer a los gatos a la leche pasteurizada o las carnes procesadas se desataba una rápida degeneración física y se presentaban malformaciones corporales; sus observaciones clínicas sugieren que sucede lo mismo con los seres humanos, el Dr. Pottenger afirmo “la nutrición es pues, uno de los elementos más importantes en la salud preventiva”.
Sin importar que proceso de enfermedad se estudie, la correlación entre una nutrición deficiente y las enfermedades, incluyendo el cáncer, es evidente en los estudios ya sea con animales o humanos. Nuestros hábitos alimenticios actuales están produciendo enfermedades a un paso alarmante. Considere lo siguiente:
  • El Departamento de Agricultura Estado Unidense (USDA) ha impuesto nuevas reglas para lo que se considera “seguro para el consumo humano” incluyendo los cuerpos con yagas abiertas y ciertas enfermedades en los animales que consumimos. Las enfermedades que no representan un peligro a la salud de quienes las consumen incluyen: cáncer, enfermedades causadas por gusanos intestinales, yagas, artritis infecciosa, y un tipo de neumonía que le da a las aves. (5)
  • Nuestra comida contiene residuos petroquímicos de plásticos que tienen propiedades estrogénicas las cuales tienen la habilidad de interferir en el sistema endocrinológico de los seres humanos y demás animales.
  • La persona promedio consume 150 libras de azúcar al año. Esto significa que por cada persona que sólo consume 5 libras hay otra que está consumiendo 300 Lbs (7).
  • El Norte Americano promedio consume 20 libras al año (peso seco) en preservativos, aditivos, y colorantes (8). Un alto porcentaje de estos químicos son sintéticos y su impacto en la salud humana no ha sido investigada.
Con toda esta información en mente ¿qué podemos hacer con un paciente que tiene cáncer y que podemos hacer para no convertirnos en uno?
Activar nuestro mecanismo de sanación interno
El cuerpo está bien equipado para lidiar con el cáncer, pero este proceso depende mucho de la nutrición, que puede prevenir el 50-90% de todos los cánceres (1). ¿Pero tenemos alguna idea de lo que es una alimentación adecuada? Las librerías están llenas de libros con recomendaciones contradictorias de nutrición y los doctores no ofrecen una mejor alternativa. No es por coincidencia que el trabajo de pioneros en el área de la nutrición como los Doctores Price , Pottenger y mucho otros sugieren que uno no puede tratar la enfermedad que tiene la persona sino la persona que tiene la enfermedad. Estos pioneros al igual que muchos otros demostraron que cuando vivimos de acuerdo a nuestra naturaleza y a nuestro diseño biológico, las enfermedades son una rara ocurrencia.
Mientras hay toneladas de libros de nutrición disponibles, los estudios en poblaciones saludables muestran varios hallazgos consistentes que le darán el apoyo nutricional para mantener un cuerpo con un sistema inmune saludable. Examinemos cuales son:
Consumo de agua
Nuestros cuerpos están hechos de aproximadamente 75% agua y el tejido de su cerebro es 85% agua (9). Hoy día los niños y los adultos consumen una cantidad alarmante de bebidas altamente procesadas que son carbonadas, llenas de colorantes, azúcares y esto sin mencionar el alcohol!
Si usted desea alcanzar un nivel óptimo de salud y tener un sistema inmune funcional, debe consumir por lo menos la mitad de su peso en libras en onzas de agua limpia, esto es a diario. Es recomendable tomar agua manantial de botella, pues según investigaciones recientes, literalmente, todos los sistemas híbridos del mundo están contaminados con químicos industriales y residuos de medicamentos. Las marcas que más se venden son una buena alternativa, pues esto reduce el tiempo que el agua permanece en las estanterías de las tiendas, lo que minimiza el tiempo que el agua ha permanecido en contacto con los contenedores plásticos en los que se almacena.
Beber la mitad de su peso en onzas de un agua de buena calidad, diariamente, le dará a su maquinaria celular uno de los constituyentes principales de producción de energía. El agua limpia también es vital para el funcionamiento del sistema nervioso central, el sistema digestivo; eliminativo y los sistemas de desintoxicación. Cada vez que su sistema digestivo, de eliminación o de desintoxicación estén funcionando a niveles sub-óptimos, puede estar seguro de que su sistema inmune se vera agobiado.
Aliméntese con comida orgánica cada vez que le sea posible
No importa lo que le digan, las carnes, los vegetales, y las frutas crecidas con los métodos convencionales de la agricultura moderna, contienen altos niveles de pesticidas, herbicidas, fungicidas y/o residuos de antibióticos y hormonas (visite The Ecologist para obtener más información al respecto). Adicionalmente, hay evidencia contundente que sugiere que nuestras tierras están desgastadas gracias a la agricultura convencional (visite The Soil Association para mayor información) lo que no nos deja más opción que recurrir a los granjeros locales que siembran comidas orgánicas. Estas comidas poseen la habilidad de no sólo mantener la salud de nuestros cuerpos sino también la de nuestro sistema inmune. Fue la sabiduría de la madre naturaleza junto con sus técnicas agrícolas lo que nos trajo aquí, sin embargo los granjeros convencionales y la industria de la agricultura moderna creen que pueden superar la inteligencia de la naturaleza y con esta actitud, han desatado una epidemia de enfermedades que hoy en día nos agobia! Es más muchos médicos que utilizan la nutrición para sanar el cáncer insisten que sus pacientes consuman nada más que comidas orgánicas, pues son libres de residuos químicos y la calidad de los macro y micro-nutrientes es superior.
Aliméntese con comidas enteras
Todos los nativos y las poblaciones saludables estudiadas por los pioneros en salud comían comidas enteras o integrales, es decir, en su estado natural. Aquellos quienes procesaban sus alimentos, lo hacían al mínimo y con métodos naturales, no con químicos o procesos artificiales. La mayoría de las culturas nativas se comían los órganos de los animales por su alto contenido vitamínico y de nutrientes esenciales. Además los animales salvajes (de caza) tienen niveles más altos de grasas no saturadas en su carne, que los animales criados convencionalmente. Los pollos y los huevos de gallinas que crecen en praderas tienen una mayor concentración de los ácidos grasos Omega 3, que las gallinas y los huevos crecidos convencionalmente bajo encierro.
Mientras comer una dieta integral es más difícil en nuestra vida moderna de stress y comidas rápidas, debemos recordar que no estamos diseñados para vivir a punta de comidas procesadas ni bajo estos niveles alarmantes de stress. Estos factores no existían en las poblaciones nativas que estaban libres de cáncer y otras enfermedades.
Conozca su tipo metabólico
Durante los últimos 10 años, he utilizado los métodos para identificar el tipo metabólico (10) con mis clientes lo que me indica la proporción óptima de rangos de macro-nutrientes para ellos. Este sistema funciona en armonía con los hallazgos del Dr. Price quien encontró que los rangos de macro-nutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas) varían significativamente de región a región según su estudio de poblaciones saludables. Por ejemplo, los Esquimales eran saludables con dietas en las que consumían 90% grasas y proteínas y sólo 10% carbohidratos, mientras que los Indios Quetchus de Sur América fueron saludables con dietas en las que predominaban los vegetales.
El reto es que muchos de nosotros no sabemos a que “tribu” pertenecemos porque provenimos de culturas interraciales que se han mezclado por generaciones. Así es que la forma en la que una persona come, no es necesariamente la manera en la que usted se debe alimentar! Esta puede ser la razón por la cual algunas dietas sugeridas por ciertos libros le funcionan a unas personas y a otras no. Si conoce su tipo metabólico y lo aplica cuando consume carnes orgánicas y las frutas y vegetales, usted tendrá un cuerpo saludable con un sistema inmune fuerte y si tiene cáncer le estará dando a su organismo las herramientas para activar su mecanismo de sanación interna.
Lea los empaques de los alimentos
Tengo una regla bastante simple que comparto con mis clientes, “si no puede pronunciar la palabra en el empaque, no se lo meta a la boca” Hoy nuestros hígados están trabajando más de la cuenta debido a que están expuestos a cantidades masivas de químicos artificiales provenientes de nuestros alimentos. En 1900, nuestros hígados tenían mucho menos de qué preocuparse que hoy en día, pues no estaban expuestos a las cantidades alarmantes de medicamentos, preservativos, químicos y metales pesados a los que estamos expuestos hoy en día (figura A & B)!


Para darle un ejemplo de lo cuidadosos que debemos ser para protegernos del bombardeo al que es sometido nuestro hígado con químicos tóxicos, considere que el sabor de “fresa” (utilizado en la malteada de fresa de Burger King) tiene 40 ingredientes químicos que no son mencionados en la lista de ingredientes porque caen bajo un porcentaje del volumen total del producto y son catalogados como “GRAS” o “generalmente catalogado como seguros” (11). La próxima vez que lea un empaque de diga “colorantes artificiales” o “sabores artificiales” querrá pensarlo dos veces antes de metérselo a la boca.
Entrene, pero no se agote
No existe la menor duda de que el ejercicio es esencial para tener un cuerpo sano y un metabolismo óptimo. Sin embargo, ¿cual es ese límite entre muy poco y mucho ejercicio y la cantidad adecuada? La evidencia sugiere que cuando ejercitamos, el funcionamiento de nuestro sistema inmune mejora, sin embargo, cuando hacemos demasiado ejercicio el sistema inmune se suprime. Esto se ha demostrado con los corredores de largas distancias que muestran una alta incidencia de enfermedades respiratorias debido al abuso del ejercicio (12). Vale la pena señalar que hay mucha información disponible acerca del tema del abuso del ejercicio si es que desea aprender más al respecto. Sepa que el ejercicio es una forma de stress para el cuerpo que puede ayudar o hacerle daño a la persona dependiendo de cómo se utilice. Si usted de por sí tiene un cliente que tiene mucho stress físico tenga en mente que su programa de ejercicio puede ser lo que desborde a su cliente.
En conclusión
Si usted o un cliente tienen cáncer o si quiere evitar esta enfermedad, le recomiendo enfáticamente que analice los factores que han sido constantes a través del tiempo en las poblaciones saludables. Mientras que hay cosas que rescatar de la medicina accidental y los métodos nutricionales convencionales, las estadísticas de cáncer y enfermedades, dejan claro el hecho de que debemos volver a lo básico si queremos vivir una vida feliz, saludable y productiva
Referencias
      1. Quillin, P. Beating Cancer with Nutrition. Tulsa, Oklahoma: The Nutrition Times Press, Inc., 1994.
      2. Livingston-Wheeler VWC, Addeo EG: The Conquest of Cancer. Franklin-Watts, New York, 1984.
      3. Price, Weston A, DDS, Nutrition and Physical Degeneration, Price-Pottenger Nutrition Foundation, Inc. La Mesa, CA. 1939.
      4. Pottenger’s Cats: A Study in Nutrition. Price-Pottenger Nutrition Foundation, Inc. La Mesa, CA. 1983.
      5. "The Ecologist" (p. 11) October, 2000.
      6. Foster, J. MD "Crucifers and Cancer". Weston A. Price Foundation http://www.westonaprice.org/women/natural_protection.html.
      7. Challem, J., B. Berkson, and M.D. Smith. Syndrome X: The Complete Nutritional Program to Prevent and Reverse Insulin Resistance. New York: John Wiley & Sons, 2000.
      8. Brostoff, J and Gamlin, L. Food Allergies and Food Intolerance. Inner Traditions Intl Ltd, 2000.
      9. Batmanghelidj, F., MD. Your Body's Many Cries For Water. Global Health Solutions, Inc., Falls Church, VA, 1997.
      10. Wolcott, W. MD. The Metabolic Typing Diet. Doubleday, 2000.
      11. Schlosser, Eric. Fast Food Nation. Boston, New York: Houghton Mifflin, 2001.
      12. Mackinnon, L.T. Advances in Exercise Immunology. Champaign, IL: Human Kinetics, 1999.



    Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado


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